Si eres un artista autónomo con deudas ante Hacienda y Seguridad Social traemos novedades para ti! Y es que ya puedes pedir la eximición de deudas de hasta 20.000€.
¿A qué se debe esto? Gracias a la nueva reforma de la ley concursal y la ley de segunda oportunidad los autónomos ya no tendrán que recurrir a la vía judicial para resolver sus deudas públicas con la Agencia Tributaria o la Seguridad Social.
¿Qué requisitos tiene la Ley de Segunda Oportunidad para autónomos?
- Tienes que pagar al menos un 25% de tus créditos ordinarios.
- No has solicitado la Ley de Segunda Oportunidad en los diez años previos. Tienes que cumplir este plazo de diez años entre solicitud y solicitud.
- No tienes condenas por delitos de tipo económico o social. Si en los últimos diez años has sido declarado culpable por algún delito de este tipo no podrás acceder a esta ley.
- No has rechazado una oferta de empleo en los últimos cuatro años.
¿Qué hay que hacer para que Hacienda y Seguridad Social perdonen tus deudas de autónomo?
Los pasos a seguir para llevar a cabo este proceso son muy similares a los que ya se realiza para la eximición de deudas privadas pero tienes que tener en cuenta ciertos matices y es que no podrás librarte de las deudas que superen los 10.000 euros por entidad pública ni de las deudas que entren en concurso antes de la entrada en vigor de la ley de la reforma concursal.
Primer paso.
Para poder beneficiarte de la ley de segunda oportunidad es indispensable que exista un concurso de acreedores y es que sin haberlo no podrás deshacerte de las deudas de la administración pública ni de acreedores privados.
¿Sabias qué?
Los concurso de acreedores sirven para acreditar la insolvencia de una persona física, empresa o negocio.
Segundo paso.
También deberás de pagar todos aquellos créditos contra la masa. ¿Sabes cuáles son estos créditos? Son aquellos que se generan después de comenzar el concurso de acreedores. Por otra parte, deberás de resolver aquellos créditos privilegiados siendo estos los avales de impagos que estén vinculados a algún bien deudor como tu casa o tu coche.